El ascensor todavía tiene paneles de madera en las paredes. Sólo se ven los botones. No quieren que el ascensor se estropee con las mudanzas. El niño de dos años y medio le ha dado al botón PB. Antes de llegar a PB, el vecino del tercero ha entrado en el ascensor. Aita le dice “egun on”. Él contesta “buenos días”. La niña de cuatro meses ha empezado a llorar. Ama sonríe.

Han salido del portal. En la calle, se han mezclado sin querer con los turistas de los alrededores del Guggenheim. El hijo de dos años pregunta si Puppy hace caca. En el parque de Doña Casilda, una colombiana le dice “¡Qué belleza!” a la madre. El hijo juega en los columpios un rato. El padre, con la niña en brazos, espera a su hijo a los pies del tobogán. Una pareja de ancianos le pregunta “¿Es tu hermanita?” al niño. El niño les contesta “no”. La madre piensa que quizás su hijo no sabe qué significa hermanita. El padre le ha dicho que lo tiene que saber seguro.

Han comido tortilla de patatas. Aita dice que no es como la del pueblo. Ama le ha dado el pecho a la pequeña. El nño pregunta dónde está Doraemon, y su padre le dice que han perdido el peluche. Se van a buscarlo. Madre e hija se han quedado solas en el bar. El señor de al lado le dice “bonita familia” a la madre. Ella contesta “gracias”. La madre se acuerda de los que doblan Doraemon al euskara, que están en huelga. Padre e hijo vuelven al bar con el peluche en la mano. Ama termina de darle el pecho a su hija y la niña eructa fuerte.

De camino a casa, el hijo le pregunta a su madre “Gure Bilbo nun dau?”. La madre le dice que la torre Iberdrola lo tapa todo, que Gure Bilbo está detrás. El niño se queda tranquilo. La madre, en cambio, se ha dado cuenta de que no sabe dónde está Gure Bilbo, y que les será difícil encontrar Gure Bilbo en nuestro Bilbao.

Lara Izagirre para Ttap Aldizkaria (15-03-19)